martes, 24 de noviembre de 2015

Descripción

Podemos observar un ambiente tenebroso, con una niebla espesa que no te deja ver a escasos metros de ti, esa niebla mañanera que se te clava intensamente en la piel. El agua está en calma, y aunque esté un poco turbia, se puede ver el cielo grisáceo y los arboles espeluznantes reflejados en ella, como si de un espejo se tratara. Los árboles se alzan como grandes rascacielos. Todo parece estar en silencio, como si la naturaleza observase todo a su alrededor. Las hojas caídas crean mantas enteras con todos los colores otoñales como el naranja, el amarillo, o el rojo. Algunas de ellas flotan ligeramente en la superficie del agua como náufragos llevados por la corriente, mientras que las otras caen lentamente hasta llegar al suelo y formar parte de la gran gama de colores otoñales. Los juncos intentan abrirse paso ente las rocas intentando sobrevivir como cualquier elemento de la naturaleza.

Unos pequeños grumos blancos de espuma se forman en el agua debido a la pequeña cascada que hay en la parte de atrás. Por esta cascada fluye el agua constantemente y sin pausa, dejando que el agua siga su curso hasta el final del río como la vida misma o como esta descripción que acaba de terminar.

1 comentario:

  1. Hola Rubén:
    Buena descripción, has utilizado muchos adjetivos intensificando lo que dices, Buen trabajo.
    Un saludo, Lunática.

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