sábado, 24 de octubre de 2015

Si al mecer las azules campanillas
    de tu balcón,
crees que suspirando pasa el viento
    murmurador,
sabe que, oculto entre las verdes hojas,
    suspiro yo.

Si al resonar confuso a tus espaldas
    vago rumor,
crees que por tu nombre te ha llamado
    lejana voz,
sabe que, entre las sombras que te cercan,
    te llamo yo.

Si se turba medroso en la alta noche
    tu corazón,
al sentir en tus labios un aliento
    abrasador,
sabe que, aunque invisible, al lado tuyo,
    respiro yo.

1. ¿Qué os ha parecido? ¿Os ha gustado? ¿Por qué sí o no? Recordad que tenéis que argumentarlo.

La verdad es que este poema me ha gustado bastante porque trata sobre el amor, que sinceramente es un tema muy bonito con el que se pueden hacer obras magníficas. Me llama la atención cómo el poeta ha dado al poema un ambiente basado en la naturaleza, mencionando azules campanillas (flores azules), el viento, las hojas, etc. Este toque natural la da mucha vida al poema, hace que sea más sencillo y simplemente hace que me guste aún más.

2. Seleccionar un verso, el que más o haya llamado la atención y explicar porqué os habéis quedado con él

El verso que más me ha gustado ha sido: "sabe que, aunque invisible, al lado tuyo, respiro yo". He elegido este verso ya que es uno de los más sencillos de comprender y que creo que transmite el significado de la rima. El poeta quiere estar al lado de su amor, pero eso es algo imposible aunque cada vez esté más cerca de conseguirlo.

3. Y por último, tenéis que regalarnos un verso de un poema que recordéis que os gustase o de una canción.

El verso con el que voy a concluir es uno con el que me he topado mientras exploraba un poco las rimas de Bécquer. Bueno, en realidad son 3 versos. Es de la rima XXIII y dice así: "Por una mirada, un mundo; por una sonrisa, el cielo; por un beso...¡Yo no sé". 
Estos 3 versos, aunque sean muy pocas palabras, son capaces de transmitirme una gran variedad de sentimientos, y es por eso por lo que me gusta tanto. Está basado en el amor y dice lo que le transmite una mirada, una sonrisa y un beso. Me fascina que algo tan simple como una mirada o una sonrisa pueda llegar a afectar tanto, emocionalmente, a una persona, y ya ni hablar de lo que es capaz de hacer un beso.




jueves, 8 de octubre de 2015

La ira del Diablo

La leyenda de la que voy ha hablar se remonta cientos de años atrás un 2 de Febrero de 1778 y se titula "La ira del diablo".





Trata sobre un joven arquitecto con muy mala fama de que sus construcciones no valían la pena y que eran defectuosas. Este arquitecto Italiano llamado Mario poco a poco se fue dando por vencido ya que o a nadie le gustaban sus construcciones o no tenía un buen gusto para la arquitectura. Un día el desafortunado arquitecto oyó hablar sobre una extraña criatura que era capaz de cumplir deseos, se encontraba a las afueras de su ciudad, en el cementerio. Mario se decidió a ir con la idea de que dicha criatura fuera capaz de convertirle en el mejor arquitecto de Italia. Poco a poco se iba adentrando de noche en el bosque y el paisaje iba cambiando a medida que avanzaba, hierbas altas, arboles que se alzaban hasta el cielo, sonidos que se perdían en el silencio y pequeños ojos que te miraban a través de la espesa maleza. De repente un muro de piedra bañado en moho se alza de la nada, el cementerio.
 Mario, un poco atemorizado y sin saber muy bien que hacer, da pasos lentos a través del cementerio hasta que a lo lejos ve una sombra oscura y extraña, de repente dicha sombre se aparece delante del arquitecto. Mario no sabía muy bien lo que era pero lo que si sabía es que no era humano.
Mientras la extraña criatura examinaba al invitado preguntó que quien era y que hacía aquí. Mario le explicó todo y le dijo que quería ser el mejor arquitecto del mundo, la criatura echó a reír y le dijo que él no podía hacer eso pero que podía hacer que construyera la mejor catedral de Italia. El joven arquitecto aceptó, pero había una condición, una vez que la catedral se terminara Mario debería entregarle su alma, y es ahí cuando se da cuenta de que esa extraña criatura era el mismísimo Diablo.
El arquitecto aceptó un poco inseguro y así fue como se construyó una de las catedrales más admiradas de toda Italia. Cuando la catedral se terminó Mario se sentía muy seguro de si mismo y pensó que no era necesario dar su alma al Diablo, estaba equivocado ya que cuando el Diablo se dio cuenta de que Mario no había cumplido su parte del trato se decidió por bajar a la ciudad a arrasar todo lo que se le ponía en su camino hasta encontrar a Mario. Desde ese día nunca se volvió a saber nada más de Mario.

Desde entonces cada 2 de Febrero los habitantes de esta ciudad Italiana llevan un hombre hecho de paja simbolizando el alma de Mario hasta el cementerio de las afueras para que el diablo no baje a la ciudad y arrase con todo.